¡HOLA GENTE!
Hoy quiero compartirles sobre un escritor Venezolano, lo cierto es que este post ya tiene mucho tiempo pero nunca lo llegue a publicar, para ese entonces estaba enfocada en mostrar y promocionar autores Venezolanos que por ahi no son tan conocidos y quisiera continuar con esto; agregando ahora también a escritores Argentinos que es donde vivo ahora ¿Les gusta esta idea? Dejenme su opinion en los comentarios.
Leoncio Martínez nació en Caracas el 22 de diciembre de 1888 y falleció el 14 de octubre de 1941. Era reconocido como periodista, humorista, escritor, publicista y caricaturista. Puedes escuchar este poema escrito durante la dictadura de Juan Vicente Gómez con la voz de Beatriz Blanco dando CLICK AQUÍI
Escrito en la cárcel de La Rotunda, Caracas, 1920
Estoy pensando en exiliarme,
en irme lejos de aquí
a tierra extraña donde goce
las libertades de vivir:
sobre los fueros: hombre-humano
los derechos: hombre-civil.
Por adorar mis libertades
esclavo en cadenas caí:
aquí estoy cargado de hierros,
sucio, famélico, cerril,
enchiquerado como un puerco,
hirsuto como un puerco-espín.
Harto en el día de tinieblas
asomo fuera del cubil
bien la cabeza, bien un ojo,
bien la punta de la nariz;
temeroso de un escarmiento,
encorvado, convulso, ruin,
—como ladrón que se robase
sólo el reflejo de un rubí—
por mirar brillando en el patio
el claro sol de mi país.
II
¡Sol para iluminar ensueños
de vastos campos sin confín,
del cielo abierto a la esperanza
de las alas tendidas. Y
aquí alumbra torvas miserias,
venganzas crueles, odio vil
y un dolor que no acaba nunca
ante otro dolor por venir...
¡Oh la bendita tierra extraña
donde nadie sepa de mí!,
a donde llegue de atorrante
sin ambiciones de Rothschild
con la mediocre burguesía
de que me dejen existir!
Hablaré mal en otro idioma,
comeré bien otros menús,
y alguna tarde arrellanado
en mi sillón de marroquín,
viendo a través de los cristales
un cielo de invierno muy gris,
pensaré en los muertos amados,
en los amigos que perdí,
en aquella a quien quise tanto
con la vesania juvenil
de cuando iluminó mis sueños
¡ el claro sol de mi país!
III
Estoy pensando en exilarme,
me casaré con una miss
de crenchas color de mecate
y ojos de acuático zafir;
una descendiente romántica
de la muy dulce Annabel Lee,
evanescente en las caricias
y marimacho en el trajín,
y que me adore porque soy
tropical cual mono tití...
que me pregunte ingenuamente
—¡y yo no la habré de desmentir!—
cómo es cierto que en Venezuela
los coches de la gente chic
los tiran parejas de tigres,
de tigres «tamaños así...»
(y la altura de un elefante
marcará su mano pueril).
¡Qué fantasías desarrolla
el claro sol de mi país!
IV
Mis hijos han de ser gimnastas
con el ímpetu varonil
de quien tiene libres los músculos
libres el pensar y el sentir,
pues nacerán en tierra extraña
y no en la tierra en que nací;
y mis nietos, gigantes rubios,
de cutis de cotoperiz,
bíceps y espíritus de atletas
con volubilidad infantil,
puede que sí se me parezcan,
tal vez tengan algo de mí:
la realidad de mis ensueños,
la mentira de mi sufrir.
¡Pero en vano entre sus cabellos
hundiré mi mano febril,
echaré hacia atrás sus cabezas
y buscaré, sin conseguir,
en el fondo de sus miradas
el claro sol de mi país.
V
Y cuando ya, siempre extranjero,
descanse más libre por fin,
y tenga lo que a mi me niegan:
la libertad del buen dormir,
en un cementerio evangélico,
cubierto por el cielo gris,
allá que no hay flores al año
sino una vez, mayo o abril,
a falta de la cruz de té,
del nardo, la rosa o el lys,
colocarán sobre mi tumba,
grabado a rasgos de buril,
un versículo de la Biblia
o algunas coronas de zinc.
Y ya muchos años más tarde,
muy cerca del año 2000,
mis nietos releyendo las fechas
de mi muerte y cuando nací,
repetirán lo que a sus padres
cien veces oyeron decir:
—¡y le darán cierta importancia!—
«el abuelo no era de aquí,
»el abuelo era un exilado,
»el abuelo era un infeliz,
»el abuelo no tuvo patria,
»no tuvo patria... ¡Y ellos sí!
VI
¡Ay, quién sabe si para entonces,
ya cerca del año 2000,
esté alumbrando libertades el claro sol de mi país
Hola!
ResponderBorrarWow, no conocía a este autor, pero me ha gustado mucho el escrito que pusiste. Siento que para entender muchísimo más el sentimiento, tienes que saber el contexto, en este caso, de su nacionalidad.
Un beso!
¡Hola! Pues no lo conocía pero ha sido un placer leer esta selección que has hecho. Un besote :)
ResponderBorrarNo conocía al autor pero el poema me conmovió. Te mando un beso.
ResponderBorrarNo lo conocía, y es una maravilla que lo hayas traído con nosotros, porque es una joya. Besos :D
ResponderBorrar¡Hola cielo!
ResponderBorrarNo conocía a este autor la verdad pero gracias por traerlo.
Un besote enorme.
No lo conocía así que muchas gracias por enseñarmelo. En cuanto pueda mirare sus obras. Un beso
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